GIBRALTAR, LA SEGUNDA GRAN OCASIÓN QUE VIERON LOS SIGLOS
VALORIA LA BUENA EN LAS GUIAS DE VIAJEROS DEL SIGLO XVI
(Hace unos pocos días, se ha producido la salida del Reino Unido de Europa, conocido como brexit, mediante un contrato de colaboración con la Unión Europea, convenio que han negociando en secreto con Francia y el consentimiento de Alemania. Como era de esperar queda en mejores condiciones fuera que España dentro. Y también que el Gobierno español no iba a mover un dedo para vetar el acuerdo sin aclarar mínimamente la cuestión de Gibraltar. Eso sí, ya habían contratado un mes antes la eliminación de la verja. Y para intentar compensar la diferencia económica del Campo de Gibraltar frente al paraíso fiscal de la colonia –el tercer territorio del mundo con mayor renta per cápita frente al de la ruina- sacarán a relucir el célebre plan Rajoy de los 800 millones que nunca llegan. Y mientras se persigue con todo el rigor del mundo el único negocio que da trabajo a los pobres de la zona: la droga que ayudan a descargar en las playas.
Y para mas inri tanto USA como Reino Unido han hecho una expresa declaración de apoyo al “moro” en la cuestión del Sahara Español, una patada en el culo a Europa, que tienen previsto desmontar la base de Rota y plantarla en Marrruecos. Con lo que esta pasando en Canarias ya podemos atarnos los machos. Eso sí, nuestro gobierno socialcomunista esta más preocupado de cargarse a la Monarquia, no sin el estimable apoyo del “emerito” y la Victoria Federica. Se dice que todo ello se debe al acuerdo de Israel con los países árabes, con lo que ahora tienen el control del Mediterraneo y el norte de Africa, aislando a Europa.)
Si el pobre Cervantes levantara la cabeza le daría un síncope: él consideró a la batalla de Lepanto como «la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros», porque aquel7 de Octubre de 1.571, en la que desgraciadamente perdió un brazo, entendió que España se habían librado de un gran enemigo, el turco, que condicionaba el comercio en el Mediterráneo y permitiría a nuestra Patria dedicar sus esfuerzos a la pelea con los protestantes, en donde dejamos a nuestros mejores hombres y todos los recursos que venían de América.
Desgraciadamente ha habido otra gran ocasión, también perdida: Gibraltar, que el bueno de Cervantes no pensó que pudiera producirse. Pues hoy, casi quinientos años después se ha producido: Hemos tenido la ocasión de cerrar esa herida abierta, sangrante en el orgullo nacional que todo español bien nacido debe sentir en sus carnes. Pero no ha podido ser: Nuestros políticos han vuelto a hacer el ridículo ante el mundo: no han sabido o querido (por intereses espurios) aprovechar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. Con lo fácil que lo han teniendo hasta diciembre de 2020. ¡Que Dios no pille confesado ante el próximo fin del mundo!
El bueno de Don Miguel, el mejor escritor universal, se adornó como los buenos toreros de cara al tendido, con una frase para la historia, pero ni él mismo se lo creía: porque para empezar “celebró” el triunfo en Argel, donde fue llevado por los piratas moros cautivo a la vuelta de tan célebre batalla. Por cierto, la última gran batalla ganada por la marina española (recuérdese lo de los barcos sin honra de los holandeses, ingleses y compañía; robándonos lo que con tanto esfuerzo traíamos de América; y los con honra, hundidos, los españoles). Cuando digo estas cosas no quiero que se piense que soy antimilitarista ni antiespañol. Muy al contrario: Llevo como un gran honor ser oficial del ejército español, me considero así pese a haberme licenciado ya hace cincuenta años como Alférez de IPS en el Arma de Artillería y en donde me ofrecieron seguir la carrera militar. Pero desgraciadamente los pobres soldados españoles de todos los tiempos se han visto obligados, como es su deber, a obedecer las órdenes del político de turno, que como es sabido son, han sido y serán una pandilla de impresentables por pura esencia. ¡Es la raza que no ha hecho así!
Lo del mejor escritor es cierto, ya que como se ha descubierto recientemente, el tal Shakespeare, (léase Chespir, no Saqueaspeare) competidor en tan alto honor, colega y coetáneo (murieron el mismo día), era una sociedad anónima con un montón de negros trabajando con el mismo sello. Como los de la tesis del tal Sánchez, por poner un ejemplo sin mala intención.
Lo cierto es que los grandes vencedores de Lepanto fueron los venecianos y genoveses, que tenían grandes problemas en su comercio con Asia a través de Oriente Próximo, (que solo es Medio para los americanos, por lo lejos que están, pero que todo el mundo asumimos), que tradicionalmente venían manteniendo un intenso tráfico mercantil. La pérdida de Chipre, base de su negocio marítimo, propició el montaje de la Liga Santa, que dio origen a la coalición marítima. España ganó un carísimo préstamo económico con los genoveses, y originó la enésima quiebra de España durante el reinado de Felipe II. Y un montón de bendiciones, escapularios papales y relicarios con huesecitos de santos (¡que manía con deshuesarlos!). Tenía en abundancia, le sobraban. (De estos usos nace la buena costumbre de comernos los huesecitos de santo, dulces, el 1 de noviembre. Lo de los buñuelos de viento ese día tengo que investigarlo).
Papado que estaba en quiebra moral y que dio origen al protestantismo, al que fue incapaz de poner freno, pero que implicó a España de tal manera que no hemos vuelto a levantar cabeza desde entonces por los recursos de todo tipo que aplicamos en el empeño, hundiéndonos económicamente y el odio infinito que creo hacia todo lo español de medio mundo, incluida Europa, y que explica mucho de lo que estamos padeciendo ahora. Las indulgencia papales se han agotado de tal forma que hasta el actual “papa negro” dice que no viene mientras no haya paz en España. ¡No te jode el muy……! Ojo, Nostradamus ya predijo que éste sería el antipapa y último.
La leyenda negra de la que hemos sido incapaces de librarnos tuvo su origen en los devaneos político/eróticos de Felipe II y la pelea por las sillas reales con su hermano bastardo Juan de Austria. Al parecer, éste pretendía conquistar Inglaterra y después eliminar a Felipe de España. Pero éste se adelantó cargándose a su secretario y de paso al bastardo.
El triunfo en Lepanto cabreó mucho a los franceses que tenían alquilada la base de Tolón a los turcos y les jodimos en parte el negocio.
Recuérdese que el papado no era sólo intemporal, sino que, hasta la constitución de la actual Italia, a finales del XIX, una parte del territorio correspondía al papado, con una gran autoridad territorial, no sólo moral y religiosa. De la Liga Santa, España era la que menor interés tenía en aquella guerra. Y aunque es cierto que los reyes españoles habían heredado una gran parte de Italia, ésta era la más pobre: Nápoles, Sicilia y Cerdeña. Allí solo íbamos a pelear contra los franceses fundamentalmente, dejando en ello dineros y hombres de la pobre Castilla de siempre. ¡Cómo sería la cosa que Fernando el Católico se cabreó con el Gran Capitán por sus cuentas, aquellas de “palas, picos y azadones, cien millones”! Picos y palas empleadas para, asómbrense, “enterrar a los muertos”. Y eso que se decía que Italia, para los Tercios, era la aventura y los Países Bajos la tumba. De Italia tenían que pasar a los Países Bajos por un camino extraño sorteando los siempre temidos Alpes y los amigos franceses y centro europeos, que siempre nos han tenido un cariño especial.
El pobre D. Miguel se lució con una frase tan rimbombante que todos nos hemos creído, pero lo cierto es que tenemos que sospecharnos lo peor cuando volviendo de una gran batalla como vencedores, unos ¿jodidos piratas? asaltan nuestras galeras y secuestran a sus tripulantes: ¿Cómo venían? ¿Cómo cagajones por el río, de uno en uno, para que unos saltaprados asalten a unos barcos de guerra que venían como triunfadores a su patria? ¿O como Rajoy el día de la moción de censura cantando lo del vino que tiene Asunción?
(Queridos nietos: Lo de la fila india es un anglicismo que no tiene ningún significado real porque los indios van, al menos en las películas, en grupo detrás de uno, el jefe. Sin embargo, es más real lo de los cagajones, ya que es bien sabido que las caballerías cuando van a beber al rio lo hacen entrando un poco en el agua, no desde la orilla, para no doblar la testuz, el cuello. Y, como es lógico, al beber agua y refrescarse las patas les entran unas ganas enormes de desaguarse liberando sus intestinos, que sueltan en forma de bolas seguidos unos detrás de otros, los cagajones, que son arrastrados por la corriente del río uno detrás de otro. De ahí la acepción castellana, más real y antigua que la de los indios).
Por ello no resulta de recibo hacernos creer lo de la gran oportunidad si la vuelta de nuestros mejores soldados la hacían directamente ¡como victoriosos a través de Argel a los siete años de su gran triunfo! Y menos mal que recataron a D. Miguel sus amigos a través de una ONG, los frailes Trinitarios, que pagaron un rescate, lo que no hicieron los gobiernos españoles de aquellos tiempos, que como siempre, ayer y hoy, siguen a lo suyo, no a lo nuestro. Lo volvieron a hacer en Cuba y Filipinas ¿se acuerdan? Mira, con todo lo que criticamos a Zapatero sí que se trajo a todos de Afganistán nada más tomar posesión del cargo, al contrario que González, que les llevo allí cerca en la primera Guerra del Golfo, eso sí con Marta Sánchez, que ya es llevar, a la que ahora los independentistas tiran huevos en los conciertos por haber puesto letra al himno español. ¡Qué cosas pasan por aquí!
Y fue una verdadera ONG, no como las de ahora que son Organizaciones SÍ Gubernamentales (OSÍGs), que cobran de los gobiernos y se dedican a fastidiar a los ciudadanos con las ecologías, el cambio climático, el feminismo o la violencia de género y demás tontunas. Por no mencionar lo de los pobres emigrantes, una función contraria a lo de los Trinitarios, que debe ser competencia de los gobiernos no lo de la OSÍGs. Competencia regulada y claramente definida por las leyes internacionales para evitar que, en este caso España, esté llena de pobres gentes malviviendo sin papeles y no siempre ateniéndose a los principios legales, responsabilidades, competencia y obligaciones a las que sí nos atenemos el resto de ciudadanos.
Pero lo más preocupante de todo fue que los citados piratas de Argel no eran tales piratas: Eran Turcos. O sea que veníamos de ganar la gran batalla que marcó la gran ocasión que vieron los siglos y resulta que cerca de las costas españolas capturaban a las victoriosas galeras los derrotados enemigos. ¡Qué cosas más extrañas ocurren a los españoles! ¡Qué maravillosas victorias! ¡Ya me parecía a mí! ¡Y menos mal que fue una victoria, que si es una derrota no sé cómo la hubiéramos descrito! A lo peor haciendo lo de los barcos con honra…
Tan turcos eran que el gobernador de Argel quería llevarse a Cervantes a Constantinopla. ¡De buena nos libramos gracias al Trinitario que se ofreció a quedarse de rehén por Cervantes, ya que ahora estaríamos leyendo novelas ejemplares escritas por D. Miguel con títulos tales como Silá y Boran, El secreto de Feriha, La Madre que la parió o Farregul, La señora Fazilet y sus hijas, Hacay, Edif o Secuestrada, llevadas sin duda a series de televisión con gran éxito mundial!
Unas novelas ejemplares que nunca llegarán a las pantallas televisivas y cito textualmente para comparar, solo en el título, con las turcas, que pudo escribir también Cervantes, de no evitarlo el trinitario: El amante liberal, La española inglesa, Rinconete y Cortadillo, El celoso extremeño, La ilustre fregona, El casamiento engañoso, El coloquio de los perros, Las dos doncellas, La señora Cornelia, La fuerza de la sangre, El licenciado Vidriera, La tía fingida o La gitanilla y cuya edición encuadernada se encuentra en muchas estanterías españolas próximas al toro de Osborne sobre la televisión y la bailarina flamenca. Por supuesto sin leer. Total muchas de estas novelas tienen argumentos semejantes e incluso son clasificadas como Bizantinas. Y qué mejor que escribirlas en Constantinopla si son bizantinas….
¡Qué tíos más buenos los turcos haciendo series para la televisión! Allí aparecen edificios descomunales, puentes magníficos, comisarias igualitas a las nuestras, (¡ya quisiéramos!), hoteles y restaurantes de lujo, coche espectaculares, taxis limpitos pistolas nuevecitas…. grabado en exteriores y con grúas y drones, y todo ello envuelto en unas músicas envolventes y susurrantes! ¿Han visto las últimas series y películas españolas? Comparen. De vergüenza. Parece mentira que nosotros no pasemos de Supervivientes, Salvames o Hermanos de Cama, e intérpretes que ni escogidos a propósito (de cada casa el más malo y de cada pueblo el peor. A todos les ha pegado su padre o madrasta y no se hablan con nadie de la familia o se han acostado con medio mundo), con tan buenos autores y actores que en la historia española ha habido. Pero esto no se puede decir porque nos llevaría a épocas franquistas con programas recordados de la Televisión Pública tan denigrada y a un coste enorme gracias a Zapatero, que dejó sin anuncios a TVE para dárselo a unos amiguetes que hoy han recibido 15 millones de euros gracias al coronavirus…
¡Las novelas ejemplares Turcas se ven en medio mundo! ¿Las nuestras?
Los moros de Turquía creen en otro dios, que llaman Alá, y que es el mismo que el nuestro. Y le rezan continuamente con un rosario que llevan siempre en la mano. Nosotros ya hemos dejado de rezar el rosario desde que estamos en esta pseudodemocracia y alcanzado el Estado de Malestar, del que tanto presumen nuestros (suyos) políticos: Datos oficiales antes de la pandemia del coronavirus.
- Informe sobre pobreza y exclusión social La pobreza severa crece en España: cuando la mejora económica no llega a todos (TVE 16-10-2019).
- En España 2,5 millones de personas sufren privación material severa, el 5,4% de la población según la Red Europea contra la Pobreza y la Exclusión. Un dato que sube por primera vez en tres años.
- Otro de los índices analizados muestra que el 55,3% de los españoles tiene algún tipo de dificultad para llegar a final de mes y vive al límite de sus posibilidades.
- El Indicador Europeo de Pobreza y Exclusión Social (AROPE) baja hasta el 26,1%, el séptimo peor de la Unión Europea
- Un cuarto de la población (12 millones) está en riesgo de pobreza o exclusión social. Y más de la mitad de los españoles tiene alguna dificultad para llegar a final de mes.
En junio de 2020 la situación ha empeorado gravemente, con un paro superior al 20%. Y millones de trabajadores acogidos a un ERTE, que no cobran y que, con casi toda seguridad terminaran en las listas del paro.
Y por no hablar de la sanidad pública, dividida en 17 más dos parcelitas gestionadas por el politiquillo de turno de tres al cuarto, que no admite donaciones millonarias porque sospecha que es de la otra banda. O hace hospitales o no según su mal saber o entender. O contrata personal amiguete. Pero que no ha resistido el menor empujón con lo de la pandemia del coronavirus, faltando de todo para proteger a los sanitarios y, por supuesto, a los ciudadanos, especialmente a los viejos, que les han mandado, en muchos casos, directamente al cementerio sin pasar por los hospitales. Ambos, sanitarios y viejos han caído como moscas. Y eso que asumió el control el gobierno de la nación, pero como todo está transferido pues la gestión seguía siendo de las comunidades autónomas, aunque el dinero viene de la misma caja, la del gobierno central, que da o quita desde hace años en función del amiguete o adversario que gobierna la parcelita de la comunidad autónoma: Todos comprando en el mercado persa de China, que mandaba o no las compras a sabiendas que somos ¡una mierda de país! Por qué renunciamos a hacer estas compras con las empresas españolas que conocen bien ese mercado, que como todos sabemos usamos vestidos, tecnología, herramientas, juguetes o la mayor parte de los utensilios domésticos fabricados en China. Pero es posible que estas empresas no sean amigas del Gobierno. Y ya estamos como al principio: Control del Gobierno y gestión de los otros. Resultado, un desastre. Por no funcionar no han funcionado ni los cuenta muertos: Nos quedamos sin saber cuántos han caído en esta guerra: según el INE entre marzo y mayo murieron más de cuarenta mil españoles, mientras el Gobierno solo ha contabilizado la mitad ¿Por qué? Eso sí, haciendo mascarillas desde los conventos, las modistillas o las pastelerías (¿valen o no?). Y llegando aviones desde China, veinte para Madrid, después de la liebre ida. ¿Cuántos en toda España? Seguro que ahora tenemos mascarillas pudriéndose en los almacenes hasta el día del juicio final. Eso sí, con el 21% de IVA para el ciudadano. ¡Madre mía, pobre país el nuestro!
(Queridos nietos: El rosario (del latín medieval rosarium, y este del lat. rosarium rosaleda) es un rezo tradicional católico que conmemora veinte «misterios» (quince en la forma tradicional) de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, recitando después de anunciar cada uno de ellos un padre nuestro, diez avemarías y un gloria al Padre. Es frecuentemente designado como Santo Rosario por los católicos. «La Iglesia ha reconocido siempre una eficacia particular al Rosario, confiándole, mediante su recitación comunitaria y su práctica constante, las causas más difíciles»; San Juan Pablo II dijo: «Por medio del rosario los fieles reciben abundantes gracias, desde las mismas manos de la Madre del Redentor».
También se llama «rosario» a la sarta de cuentas que se utiliza para rezar el rosario. Las cuentas están separadas cada diez por otras de distinto tamaño y la sarta está unida por sus dos extremos a una cruz y en muchos casos constituían una verdadera joya.).
Este rosario joya se entregaba como compromiso formal de matrimonio en las parejas de antaño, de forma que constituía un verdadero aval, una cadena permanente de unión entre ellos. En el caso improbable de ruptura él le pedía “devuélveme el rosario de mi madre y quédate con todo lo demás” como diría María Dolores Pradera.
Hoy en día, como los compromisos suelen ser efímeros y poco serios y no hay rosarios por medio, las parejas se rompen en un porcentaje que da miedo citar, y solo existe la hipoteca, se queda con todo lo demás, menos la hipoteca. De ahí la pobreza de muchos.
Para explicar la situación actual de las uniones hace falta una enciclopedia: uniones de hecho, separados, divorciados, uniones contra natura (¿matrimonios gays?), familias monoparentales (que no sé qué coños es, pero no suena bien)….
Los moros turcos tienen una religión parecida a la nuestra, aunque con algunas particularidades curiosas:
- Tienen iglesias parecidas a las nuestras, que llaman mezquitas, pero no tienen bancos ni reclinatorios, solo alfombras sobre las que se arrodillan y tocan el suelo con la cabeza, dejando el culo en pompa.
- Solo entran hombres.
- Tienen torres, minaretes, pero no campanas, con lo que tiene que subir el cura a vocear para convocar a misa u otro propio llamado almuecín. No usan campanas porque tienen misa cinco veces al día y molestarían mucho.
- Tienen una biblia diferente a la nuestra llamada el Corán, que les obliga mucho más que la nuestra. Y como su cura no confiesa van acumulando pecados toda su vida, muy al contrario que nosotros que nos confesamos periódicamente y así podemos volver a pecar sin acumular, lo que libera bastante y no nos hace acumular mala leche.
- Como nosotros con la Cuaresma ellos tienen un mes (nosotros cuarenta días), que llaman del Ramadán en el que no comen ni beben ni tocan mujer, buena o mala, durante el día, pero pueden ponerse morados después por la noche. Y ellos, los pobres, no tienen bulas como nosotros, que pagando te puedes saltar el ayuno y la abstinencia, tienen que pasar hambre y sed. No sé si se sigue utilizando la bula desde que preside la Conferencia Episcopal un obispo independentista y en Roma hay un papa peronista…. ¡Cualquier cosa!
- Lo más curiosa de todo es que al cumplir seis años a los niños les visten de primera comunión pero no comulgan ¡les afilan el pitilín! El padrino levanta al niño en alto cogido en cuclillas, con el culo al aire, mientras un propio, de rodillas ¡zas!, por sorpresa para el pobre primer comulgante, le corta el prepucio, que es la piel del pene. Y entonces todos se divierten y comen y beben. Dicen que es por higiene, pero yo creo que es para homologar y que todos los pitilines crezcan por igual, porque allí el tamaño sí importa. Preguntado el último matarife de lo que llaman circuncisión si dolía mucho esta operación contestó con una mueca que ya procura el no cortarse con el bisturí…
Pero sigamos:
Hoy podríamos leer al turco Don Kisot de Anatolia y su Guardaespaldas (les hay a miles: todos los turcos tienen un montón de guardaespaldas, por alguna razón que se me escapa), ya que D. Miguel no hubiera dejado de escribir estando protegido por el Gobernador de Argel.
En cualquier caso, presumíamos que en aquella época no se ponía el Sol en nuestro Imperio y paradójicamente teníamos, al parecer un eclipse parcial a un tiro de piedra, desde el que castigaban nuestras costas y que fuimos incapaces de erradicar, quizás porque estábamos a otras causas religiosas.
Y mientras el pueblo, como siempre, sufriendo la estulticia (léase en todas sus acepciones tontería; bobería; idiotez; memez; necedad; estupidez; imbecilidad), como no, de nuestros políticos (ya me salió la vena política, pero es que no puedo remediarlo).
Pero el propio Quijote hace referencia a las carencias y desventuras del ciudadano de a pie. Léase también El Buscón Don Pablos si no se han enterado por las obras cervantinas o los datos de las guías de viaje de españoles y extranjeros.
Es cierto que con el descubrimiento de América se produjo una emigración importante en una población bastante mermada para soportar este peso, la poca mecanización de la agricultura y de la industria, junto a la proliferación, al olor del dinero, de un submundo de delincuencia y picaresca y que propicio un anunciado desastre social.
Lo de la agricultura es curioso: yo he llegado a ver arar con el arado romano, una antigualla frente al de vertedera.
El aumento de los impuestos, incomprensiblemente pese a las inmensas riquezas americanas, produjo una gran crisis social que llegó a su cenit con la llegada a España de un tal Carlos, alemán y flamenco, que manda huevos, acompañado de un séquito de vividores y chupópteros a los que encomendó el Gobierno de la Nación. Curiosamente hoy todos hacen alabanza de él.
Lo cierto es que para irse a su pueblo a heredar de su abuelo la cabeza del imperio alemán, tuvimos que pagarle el viaje mediante impuestos especiales, lo que terminó de cabrear al personal. Y con la habilidad con que se suelen hacer estas cosas cuando se trata de nuestra España y muy especialmente de la querida Castilla, segó la cabeza de la flor y nata de los verdaderos representantes del pueblo llano, luchadores por las más importantes esencias de lo español. Ya no volvimos a levantar cabeza.
Tan iba a lo suyo que fue incapaz de defender a su sobrina Catalina Reina de Inglaterra, que él pidió auxilio, del agravio a la que la tenía sometida su marido Eduardo VIII. O que la mayor sangría de hombres y dineros españoles se produjo por la defensa de sus posesiones en Europa, que pitos nos importaba a nosotros. Fue tan cobarde que solo en su testamento reconoció al hijo bastardo Juan, que tuvo con Bárbara Blomberg. Al parecer el monarca sentía una fuerte “inclinación por los placeres sexuales”, no te jode. Y el escritorParker narra cómo varios diplomáticos y un soldado aseguran que el rey pagaba “hasta dos ducados por noche a cualquier mujer” que se acostara con él. Y también que “en todos los lugares que visitó dio gusto a sus placeres venéreos, tanto con mujeres de clase baja como alta”, aunque prefieren no decir que la mayoría eran mujeres muy jóvenes, adolescentes. Otro se atreve a asegurar que “cada vez que el emperador se acostaba con una mujer hermosa no se marchaba hasta haber eyaculado tres veces”.
Para más inri tuvo una hija con su abuelastra, Germana de Foix, segunda mujer de su abuelo Fernando el Católico. ¡Vaya pandilla de familia! Por cierto que Fernando el Católico se casó con ella también en Dueñas. Al parecer le traía buena suerte.
Es cierto que la semilla de cómo nos iba a ir a los españoles ya estaba sembrada con su padre, un tal Felipe apodado el Hermoso, que no debía ser tanto a tenor de la cara de su heredero, feo, feo como un demonio, de barbilla prominente. Tonto sí, porque todos sabemos que no se puede beber agua helada después de jugar a la pelota. Y él lo hizo y… cascó.
Y así acabó la gran oportunidad que vieron los siglos en Lepanto. La segunda mañana la cuento.
VALORIA LA BUENA EN LA RUTA MADRID IRÚN
Las guías de viajeros citadas no solo reflejaron las penurias de nuestro bendito pueblo español de ayer y de hoy. De siempre. También hacen referencia a un itinerario que se mantuvo durante siglos entre la frontera francesa y Madrid.
Para los extranjeros, el viaje consistía en una verdadera odisea: Se iniciaba en Irún y pasaba por Pamplona, Logroño, Burgos, Palencia, Valladolid, Salamanca, Medina del Campo, Segovia, El Escorial para llegar a Madrid a través de los caminos reales que cada cierto espacio disponían de Ventas, Posadas, a modo de las modernas Postas en las que se daba cobijo a los viajeros. Pero que fundamentalmente disponían de equipos de caballerías de repuesto, los arrieros. Los viajeros debían cambiar las caballerías cada cierto tiempo de modo que se pagaba por tramos de ida y en menos cantidad de vuelta de modo que estos arrieros eran autónomos, aunque organizados en esta red de postas que tenían necesariamente una regulación legal siendo responsable el jefe de la posta o venta.
Pues en mi pueblo había una venta citada en estas guías de viajeros situada a dos leguas de Dueñas y a otras dos de Cabezón, por lo que debía estar situada en las proximidades de la actual Granja Muedra, próxima al Pisuerga para garantizar el agua abundante y la pesca. Aún se conserva el trazado del camino real, que ahora corta el AVE.
La venta valoriana debió conservarse varios siglos hasta el trazado del ferrocarril a finales del siglo XVIII, que cambió los conceptos del trasporte.
Por esta venta debieron pasar los Reyes Católicos el día de su boda, referenciándose su paso por Dueñas y Valladolid, así como la de Fernando, una vez muerta la castellana Santa Reina Católica, que había cogido querencia a la zona y volvió a casarse en Dueña esta vez con la tal Germana, la citada abuelastra del gotoso y tragaldabas Carlos I (se gastaba en comida 400 maravedíes para él solo, frente a los 40 de su abuela Isabel para toda la familia), el gran traidor de lo castellano, flamenco él.
Estas ventas servían de posada para el viajero, siendo fundamental el gran salón cocina, comedor y dormitorio alrededor de un horno que daba calor al entorno.
La evolución de este horno, que fue situándose cada más hacia el centro de la habitación, dio lugar al sistema de calefacción tan extendido por nuestra tierra: la gloria.
Básicamente consiste en situar este horno fuera de la habitación y hacer que el calor se reparta por todo el suelo de aquella. Calor que se mantiene durante mucho tiempo si se sabe encender bien el horno y mantener las brasas sin que lleguen a agotar el combustible, un tronco de vid, un manojo de sarmientos y un saco de paja. En estos hornos nuestras abuelas hacían el célebre cocido castellano con sus correspondientes complementos de pollo, carne, chorizo y rellenos, todo ello en pote zamorano dejándolo cocinar durante toda la mañana.
Por eso era fundamental el pajar en cada casa con la paja bien apilada al fondo, función del mochil, y la barda que amontonaba los manojos sobre soportes o pilares de adobe o troncos de árbol. De ahí el dicho de mantener las cosas protegidas bajo barda, ya que servían para mantener protegido diversos aperos de labranza o incluso animales.
La aparición del butano acabó con este artilugio tan eficaz a la vez que con nuestros bosques: se acabó con la limpieza de los bosques en la recolección de leña por los ciudadanos de a pie. Problema agravado por nuestros, sus políticos, que aplicando la teoría de lo políticamente correcto lo prohíben a los ciudadanos, pero no limpian ellos, lo que con lo del cambio climático hace que cada año se queme un poco más de nuestros fundamentales recursos naturales. Menos mal que ya queda poco por quemar, ya ha ardido casi todo.
La tradición hablada de mi pueblo cita que estos ilustres viajeros y otros menos ilustres degustaron los platos que hoy forman parte de nuestra cocina: sopas de ajo a la brasa, cocido castellano, chorizos sabadeños, asado de cordero, queso, manzanas, peras y guindas. Todo ello regado con nuestro tradicional clarete y acompañado de pan con cuscurones o lechuguino.
Y de postre torta de chicharrones, magdalenas y rosquillas de la abuela.
Por desgracia han desaparecido por la evolución de los tiempos los célebres cangrejos del arroyo Maderazo, que tan grandes placeres nos dieron de jóvenes pescándolos con reteles o arañas, un artilugio en donde insertábamos lombrices que obteníamos en los diversos muradales amontonados para abonar las tierras. Pero, sobre todo, degustándolos en nuestras bodegas.
Hoy la tradición gastronómica se mantiene viva en nuestro pueblo, donde en varios establecimientos se pueden degustar estas delicias culinarias.
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