LOS CUENTOS DE MI TIO – EL HOMBRE QUE QUERIA MORIR POR AMOR
A mediados de los años cincuenta del pasado siglo vivíamos dos familias de ocho miembros en un piso de sesenta metros en Valladolid. Eran años muy difíciles para todos, pero lo es mas si tienes que convivir con otra familia y no tienes ni agua corriente ni inodoro debiendo bajar a la planta baja en que una especie de letrina, un agujero en una tabla, en la que todos no acertaban a coincidir dadas las dificultades del cubículo y la lógica suciedad acumulada que obligaba a hacer tus necesidades en posturas ciertamente gimnasticas.
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