DESPIERTA CASTILLA: ¡ESPAÑA ESTÁ EN PELIGRO!

ESTE REGIMEN HA MUERTO: REGENERACION Y RESTAURACION

El régimen del 78 ha muerto. Es cierto que había nacido con una patología grave y ha sido un misterio que haya tardado tiempo en expirar. Lo ha rematado la grave pandemia que todos hemos sufrido y que se ha cebado especialmente con España gracias a la colaboración de un gobierno social comunista que nos ha llevado a la ruina económica, que ya veníamos arrastrando por la ineptitud de gobiernos anteriores.

El régimen se monta gracias a la voluntad de dos grandes traidores al régimen anterior que les había criado a sus pechos, y a España: El rey Juan Carlos y a Suarez. El primero había jurado todos los principios franquistas que le pusieron a mano y defender a España a tres días de la muerte de Franco, frente al enemigo moro. Y sin embargo permitió la marcha verde sobre una provincia española, el Sahara, de donde salimos corriendo con el rabo entre las piernas, cuyos habitantes siguen teniendo la nacionalidad española y que los organismos internacionales, especialmente la ONU y la Unión Europea, han amparado con sus decisiones y que debíamos haber cumplido haciendo un referéndum entre sus habitantes. Curiosamente nuestros políticos, todos, han dejado al descubierto sus vergüenzas con el caso del presidente del Polisario atendido de incognito, al menos eso pretendían nuestros inútiles gobernantes, en una clínica de Logroño, pero que enseguida descubrieron los espías marroquíes, mucho más hábiles que los nuestros. ¿Se les ha olvidado que tiene derecho a un pasaporte español, aunque tenga que utilizar uno argelino? Por cierto ¿Por qué nadie ha aquerido aclarar la intervención de los servicios secretos marroquíes en el desastre del 11 M? ¿Qué había que ocultar para no descubrir lo ocurrido?

El actual presidente social comunista ha terminado de rematar la jugada vendiéndose al moro, actuando por su cuenta, como es propio de un régimen como el padecemos en que solo cuentan para el gobierno los separatistas catalanes y vascos, y sin comunicárselo a la oposición (sus ministros, incluido el de Exteriores se han enterado por la prensa), como seria preceptivo en un régimen verdaderamente democrático. Y lo curioso es que todos no hemos enterado por medios periodísticos extranjeros. Y por supuesto no se ha informado del contenido de la negociación con el moro, especialmente en lo referente a Canarias, Ceuta y Melilla y el problema de la inmigración propiciada por nuestro vecino. Y lo mas grave es que hemos cabreado a Argelia, nuestro principal proveedor de gas, que, como primera medida ha retirado a su embajador. Y si obedecía a ordenes de Alemania y Bruselas, nos ha salido la perra mal capada, ya que dejamos de ser el proveedor de gas a Europa, ya que los italianos se nos han adelantado y es a través de este país donde va a llegar esta energía argelina. Curiosamente y sin que sirva de precedente, todas las fuerzas políticas se han manifestado contrarias a la actuación del presidente. Argelia ya nos ha comunicado que nos sube el precio del gas. Marruecos está como un loco comprando gas licuado a cualquier precio para, curiosamente hacerlo llegar a España para recibirlo a través del gaseoducto, ahora cerrado por el que nos llegaba el gas de Argelia y que funcionará en sentido contrario.

En 1977 y para que el nuevo rey no incurriera en delito de prevaricación con el cambio de chaqueta, a Fernández Miranda se le ocurrió el truco de que no jurara la constitución, sino que la sancionara. Una burla a las leyes más elementales.

El caso de Suarez es todavía más sangrante: de la noche a la mañana paso de ser el jefe de los fascistas, el denigrado régimen franquista en su condición de Secretario General del Movimiento, la columna vertebral y mano negra de la oprobiosa dictadura, a jefe de los demócratas. Se cambio de camisa azul a blanca sin ningún problema de conciencia y con la aquiescencia de los políticos de todo signo y muy especialmente de la derecha económica que limpiaba así su colaboración con el régimen. Resulta curioso este caso en comparación con Fraga, al que no dejaron nunca de denigrar por su condición de ministro franquista y que había demostrado una claridad de ideas importante en su trayectoria frente a la de Suarez cuya hazaña más importante fue entregar el poder a los socialistas en el menor tiempo posible.

Y de prisa y corriendo ambos dos, rey y presidente del gobierno, se pusieron manos a la obra a montar su tingladillo: una constitución que amparara sus manejos políticos. Para lograrlo era necesario legalizar a los comunistas, que tanto daño habían hecho a los españoles. Juntaron a unos teóricos especialistas en esta materia, cada uno de su padre y de su madre y con unos intereses particulares y parieron un documento impresentable, como se ha demostrado con el tiempo.

En primer lugar, dividir España en parcelitas, las comunidades autónomas. Todas ellas artificiales, 17 nada menos, más dos ciudades autónomas. Y como querían que quedara claro el interés en destacar una sobre otras y sobre todo dividir la verdaderamente importante, Castilla, se inventaron unas comunidades pseudohistóricas, que ninguna de ellas lo era: Cataluña nunca fue otra cosa que un apéndice de Aragón, que junto a Castilla fue artífice de la creación de la España reconquistada y que volvía a ser la que fue  siglos anteriores con los visigodos, justo esos reyes que aprendíamos de niños y que los que se sigue despreciando por los  ignorantes o interesados de siempre, aquellos que odian lo español. Lo mismo ocurre con Valencia, un antiguo reino también dependiente de Aragón junto a Baleares. Navarra solo participo durante la reconquista en la batalla de las Navas y de ahí las cadenas de la tienda de Miramamolín que figura en su escudo y que se incorporó a Castilla y Aragón a última hora después de la conquista de Ganada. Pero se le da un estatuto especial por un régimen foral que Franco había mantenido. El País Vasco se había incorporado voluntariamente a Castilla bastante antes. Galicia es solo un territorio dependiente de Castilla y Andalucía es una simple extensión de Castilla. A las islas Canarias junto a Baleares les da un régimen especial por su condición insular.

Para justificar todo este desaguisado se utiliza el nombre de Nacionalidad histórica,​ o simplemente nacionalidad, es un término recurrente en la política española usado para designar a aquellas comunidades autónomas que se “declaran con una identidad colectiva, lingüística o cultural diferenciada del resto de España” (¿).

Para no cabrear al resto de españoles la constitución aclara que “el uso de la denominación nacionalidad histórica no implica necesariamente un mayor grado de competencias para la comunidad autónoma en cuestión y de hecho la denominación tiene un contenido más político que jurídico, pues la Constitución habla en igualdad de condiciones de las nacionalidades y las regiones que conforman España. Y matiza que  hay otras comunidades que han elegido otro tipo de denominaciones (el caso de AsturiasCantabria y Castilla y León), «regiones históricas» o «identidades históricas». Estas denominaciones son equivalentes y no suponen ningún estatus legal diferenciado del resto” (¿).La excepción es el madrileño, que no incluye estos términos, ya que su estatuto no se realizó con base en el mismo.

La mayoría de los ponentes de la Constitución interpretaron, durante el debate de esta en el Congreso de los Diputados, que, en su acepción histórica y cultural, el concepto «nacionalidad» recogido en la Constitución es sinónimo de «nación» menos Fraga que estuvo a punto de votar no. Estaban encantados Peces Barba, Manuel Roca y Sole Tura. Y para justificarlo hablan de una realidad social preexistente que refuerza el carácter peculiar con una idiosincrasia fuertemente arraigada lo que se denomina hechos diferenciales frente a otros que son región (¿).

Sin embargo, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional determina que, en su vertiente legal y política, el concepto de nación y nacionalidad no son sinónimos, declarando que la Carta Magna solo admite una nación, que es la nación española.

Lo que sí es seguro es que el autorreconocimiento de nacionalidad frente al de región comporta una relevancia de carácter político, sin otorgarle privilegios jurídicos, lo que significa que nunca podría ser el criterio para reflejar posibles diferencias organizativas, competenciales o de participación en las decisiones del Estado y compartiendo ambos términos su pertenencia a la nación española y su carencia de potestad soberana. ¡Ole tus huevos, vaya argumentos!

Y para justificarlo hablan de aquellas nacionalidades que, curiosamente, en algún momento han planteado un proyecto de constitución antes de 78, y como es lógico durante la II República, cuando mandaba el rojerío. Y como Andalucía no cumplía este requisito recurrieron a la necesidad de hacer un referéndum, que también curiosamente una provincia, Jaén voto en contra. Pero no importaba si lo que se trataba era de tocar las narices a Castilla, a la que cierran su salida al mar también por el norte creando una mini comunidad con Santander que siempre fue una provincia castellana y quitando otra provincia Logroño, ahora llamadas para disimular Cantabria y La Rioja.

Y si algo faltaba crean otra mini comunidad, Murcia siempre unida a Albacete, que se incorpora a Castilla La Mancha, siempre llamada la Nueva.

Tuve la oportunidad de votar y puedo presumir y presumo de haber votado NO a tamaño desaguisado.

Como se ha comprobado con la pandemia el régimen de las autonomías se ha demostrado nefasto, desastroso, que ha llevado a España al borde de la quiebra total con miles de muertos que ni siquiera sabemos su número. Y tanto argumento demagógico sobre nacionalidades se ha demostrado engañoso en el caso de los independentistas de siempre, que siguen erre que erre a lo suyo: romper España. Y siempre sangrando a todos los españoles con sus argumentos de que España nos roba.

Y se ha conseguido la división de España en parcelitas creando un gobierno paralelo en cada pueblo con sus respectivos ministrejos, consejeros, directores generales, asesores, y funcionarios y administraciones paralelas partidistas, parlamentos, Tribunales superiores e inferiores, cada uno con sus criterios y particulares argumentos. Y lo que es peor pariendo normas y reglamentos para regular, a su buen saber y entender e intereses, la vida ciudadana. Y por supuesto con el consiguiente coste impositivo.

El gobierno central se ha quedado sin competencias permitiendo incluso policías paralelas que sus dirigentes utilizan en beneficio propio. Y aún peor cada uno utilizando sus idiomas o dialectos sin cumplir la constitución que obliga a la utilización de una lengua común, el castellano, sin que el gobierno central se atreva a obligar a cumplir. Y lo que es más grave: no permitir su enseñanza en las escuelas, controlando que los niños hablan su lengua materna, el castellano, no lo hagan en los recreos.

Con ser muy grave la existencia de las comunidades autónomas, no se queda a la zaga el hecho de romper la esencia de la democracia: el ejecutivo controla al legislativo y al poder judicial, con lo que nos acercamos más a una dictadura que a una verdadera democracia. Los dos partidos mayoritarios se han ido alternado en el gobierno haciendo idénticas actuaciones, que se han convertido en costumbre: el partido ganador domina el parlamento y su jefe de filas, que es el que nombra a los candidatos al congreso y al senado, es el responsable del ejecutivo, con lo cual nadie se atreve a respirar por si las moscas no le vuelven a poner en listas cerradas. Y es este el que negocia el nombramiento de los jueces, dejando una parcelilla al partido opositor, con lo que todo queda controlado por la misma mano. Y todavía más curioso: el partido ganador del parlamento no deja mojar a nadie: no se admite ni una sugerencia de la oposición, ni aun de sus propios parlamentarios, aunque la decisión afecte a la circunscripción del electo o afecte a su familia o empresa.  Y por supuesto el perdedor acepta de buen grado no mover un dedo para nada en la vida política planteada por el ganador. En todo caso plantean siempre una enmienda a la totalidad para disimular.

¡Y encima dicen que han votado con una pinza en la nariz cuando se trata del candidato de la oposición! ¡Pandilla!

 Yo sufrí en mis propias carnes este procedimiento: como concejal de Alianza Popular, en la oposición, en el ayuntamiento de Madrid: se me ocurrió hacer proposiciones al pleno, hice cerca de ciento cincuenta en los cuatro años. Lo que no sabía es a quien cabreaba más si a mi partido o al gobierno municipal de Tierno. Paradójicamente descubrí que el más enfadado era mí partido porque rompía las reglas del juego. Nadie me dijo nadie en ese tiempo, pero me echaron de las listas a la primera de cambio y no me renovaron la candidatura. “¡Has sido el mejor,” me dijo el presidente regional,pero no podemos renovarte, hay orden de arriba!” Mandaba entonces un inútil llamado Hernández Mancha que duro en el cargo menos que Casado, que ya es decir.

Respecto al poder judicial, los jueces se ven abocados, si quieren ascender en su carrera, a declarar su adscripción política por las buenas o por las malas, y es de sospechar que sus sentencias se vean condicionadas por su situación profesional. Si a ello añadimos la falta de medios que se les dota la maraña de circunscripciones el retraso en los juicios es agotador para los afectados, años y años esperando soluciones. No hay justicia en este país desde hace tiempo por unas causas u otras, especialmente si se ven afectados políticos. Y por supuesto nadie nos respecta en Europa: Bélgica y Alemania han negado la extradición del prófugo independentista innombrable, un delincuente según la justicia española, pero que no lo es para los europeos. ¡Y lo justifican porque no cumplimos la independencia judicial democrática! Ahora lo ha detenido la justicia italiana, pero cuanto se apuestan a que no conseguimos su extradición. Es bien cierto que tampoco el gobierno español tiene interés en ello. Y para más inri se le permitió participar y salir elegido parlamentario europeo, con lo que incluso goza de inmunidad.

Pertenecemos a la OTAN y nuestras bases de Rota y Morón se han demostrado imprescindibles en los últimos acontecimientos mundiales. Pues resulta que el jefe del tingladillo, el Presidente Usa, ese pobre viejo que se duerme en los actos oficiales, tan deseado por nuestros progres y que va a posibilitar la llegada de la primera mujer presidente y además negra, ha mostrado su apoyo total a Marruecos en el caso del Sahara a lo que se ha apuntado, como no, el Reino Desunido (Gales quiere marcharse junto con Irlanda del Norte).

Y lo que resulta mas vergonzosa es la situación del anterior jefe del estado en un limbo político: ni se ha exiliado, ni se le persigue penalmente pese a los delitos cometidos con el argumento de su inviolabilidad recogida en la constitución en una apreciación incomprensible para una mente normal: se debe dar por supuesto que es inviolable en su condición real, en el caso de delitos cometidos por su función de jefe del estado, no por su actuación personal: ¿qué ocurre si se carga a su mujer o tiene un hijo ilegitimo con una de sus concubinas? Pues al parecer ha pasado con la existencia de demandas de un posible hijo. La progresía no ha dicho nada en la defensa de ese posible hijo ilegitimo.           

Con este panorama a nuestra querida nación española solo la falta el gran apagón, que estén seguro de que llegará, antes que después.

Todo este problema interior se ve agravado por una Europa desunida, con los intereses contrapuestos de cada nación y mangoneada por los ricos de siempre, los del norte, que nos menosprecian sin ningún rubor. Por eso es necesario que alguien se levante de una vez para cortar tanta sangría humana como estamos padeciendo y que no es necesario repetir permanentemente. Y eso solo lo puede hacer, como siempre nuestra Castilla, la de las Comunidades, frente al poder socialcomunista y el separatismo de siempre que está destruyendo nuestra nación.

No es por supuesto un planteamiento nuevo. Ya se produjo una situación parecida a finales del siglo XIX, con la revolución gloriosa que acabo con la monarquía liberal y continuo con la primera república, la restauración, la perdida de las ultimas colonias, la guerra de Marruecos, la segunda republica y el gran desastre de la guerra civil. Y en ese planteamiento entraba la restauración monárquica, que debe hacerse con planteamientos nuevos, acabando de una vez con presidentes de estado miedosos, preocupados de su enriquecimiento personal y el mantenimiento del sillón para sus hijos. España no está para bromas de reyes que no son recibidos en una parte importante de SU NACIÓN o de los que se hace día sí y día no una relación de amantes pagadas aprecio de oro por el erario público, que aparece y desparece en viajes de placer.

Y en cuanto a nuestra sociedad este gobierno la está destrozando con sus teorías sobre ideología de género, feminismos, sistemas educativos, tierra quemada sobra cuyas cenizas montaran su nuevo régimen. Siguen al pie de la letra las teorías marxistas, que tan bien expreso Mao: Sobre un papel blanco se ven perfectamente caracteres y pinturas nuevas (traducción versión libre). Pero que expresa claramente la forma de actuar comunista: anular todo lo anterior para sembrar sobre el nuevo suelo lo que se quiere lograr.

Hay que regeneran nuestra sociedad dotándola de valores humanos y normas que permitan la convivencia en paz de todos cuantos formamos esta nación y el progreso futuro que todos deseamos para nuestros hijos.

Castilla debe abanderar esta regeneración y restauración de los valores que siempre han formado parte de nuestra esencia patria y que supimos transmitir durante siglos a todo el mundo. Castilla y León, Extremadura, Madrid, Castilla la Mancha, Andalucía y Murcia, la amplia Castilla, deben abanderar esta nueva propuesta si no queremos que se hunda España.

Las recientes elecciones en Castilla León han demostrado que no quiere bajo ningún concepto a un gobierno socialcomunista, aunque ha puesto de manifiesto la desunión de la derecha siempre por un PP miedoso que sigue como un perrillo faldero las consignas de lo políticamente correcto de la progresía y el rojerío. Es cierto que a eso ayuda la poca habilidad de VOX para vender su política que en el fondo es correcta en cuanto a la eliminación del feminismo progre y la problemática de la emigración incontrolada. Al menos con estas elecciones se ha conseguido eliminar a la cúpula del PP, que se ha demostrado nefasta para el electorado de derechas y ha puesto de manifiesto su estrecha relación con el gobierno socialcomunista en su intento de cargarse a Ayuso, como es normal en este régimen nefasto para España.

La invasión de Ucrania por el neocomunista ruso ha puesto de manifiesto la desunión de Europa, meliflua, con intereses contrapuestos, una Europa que no es unión ni nada y que no se ha dado cuenta de que esta guerra es contra ella y que fortalece, como siempre a las grandes potencias, USA, China y Rusia. Europa ha favorecido la globalización de la economía y un liberalismo económico nefasto y ahora no tenemos ni recursos naturales ni logísticos. Solo nos queda lo de siempre: una historia y una cultura, pero hemos bajado la guardia de forma que no somos capaces ni de disponer de los elementos mínimos para hacer funcionar nuestra industria que depende China, Corea o Japón. E incluso de una red de transportes barata y segura. Era muy bonito que trabajaran los pobres de la India o Bangladés. Incluso hemos descubierto que nuestras fábricas de coches dependían del cableado fabricado mayoritariamente en Ucrania. Y en la misma medida que nuestra ganadería, la que se quiere cargar el gobierno socialcomunista, depende también de esta nación invadida por Rusia. Eso si las Organizaciones Si Gubernamentales se están forrando, presentándose allí como almas benéficas, con la colaboración de buena gente, voluntarios.

No es cierto que esta guerra haya provocado la subida incontrolada de los precios de la energía. De esto ya se habían encargado nuestros políticos con su nefasta política de eliminación de la energía nuclear y la de favorecer la energía llamada renovable y ecológica. Incluso se quiere volar alguna presa, especialmente de nuestros ríos castellanos que afectan muy directamente a muchos regantes e incluso a suministro de agua muchas poblaciones.

¡Pobres españoles! La que nos ha caído. Pero es cierto que hay que tener esperanza si somos capaces de levantarnos frente a este sistema que se ha demostrado nefasto. Y eso solo lo puede hacer nuestra Castilla. A eso apelo.                               

 

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